Cómo diversificar tu restaurante sin perder tu esencia: ¿submarcas la respuesta?
Grandes cadenas crean submarcas para diversificar su oferta, innovar y atraer nuevos públicos…
En un mercado cada vez más competitivo, innovar es esencial para que una marca se mantenga relevante y amplíe su alcance. Sin embargo, la búsqueda de novedad conlleva riesgos: diluir la identidad principal o comprometer la reputación si los nuevos proyectos no funcionan. Aquí es donde la estrategia de submarcas se vuelve clave.
Las submarcas, o "marcas hijas", operan bajo la identidad de la marca principal, compartiendo sus valores, pero con libertad para explorar nuevos territorios, dirigirse a distintos públicos o experimentar con conceptos diferentes.
Para los restauranteros, crear una submarca ofrece flexibilidad estratégica: permite probar productos, servicios o conceptos innovadores sin poner en riesgo la imagen de la marca madre. Por ejemplo, un restaurante de comida mexicana tradicional podría explorar la mixología de autor o antojitos gourmet vanguardistas. Hacerlo bajo su nombre principal podría confundir a la clientela habitual; bajo una submarca, el riesgo se reduce y la innovación es bienvenida.
Al lanzar submarcas como “El Agave Experimental” o “Sabores Callejeros Reinterpretados”, los restaurantes pueden:
Minimizar riesgos: los experimentos fallidos afectan principalmente a la submarca.
Segmentar el mercado: atraer a públicos distintos mientras se mantiene la oferta original.
Fomentar la innovación: equipos libres para crear ideas audaces sin restricciones.
Evaluar expansión: integrar conceptos exitosos en la marca principal o replicarlos como nuevos negocios.
Optimizar recursos: operar con estructuras ágiles que se adaptan a tendencias y retroalimentación.
En resumen, las submarcas permiten crecer, diversificar y experimentar sin comprometer la reputación. Manteniendo la conexión con los valores de la marca madre, se da a las submarcas la autonomía necesaria para florecer y conquistar nuevos nichos.