¿De verdad la mayoría de los restaurantes cierran en su primer año?
El mito dice que casi todos los restaurantes cierran en su primer año, pero la realidad es que solo el 17 % lo hace. La mayoría logra superar el reto inicial y seguir creciendo.
Seguro has escuchado esa frase que corre por todos lados: “el 90 % de los restaurantes cierran antes de cumplir su primer año”. Y aunque suena dramática (y desalentadora), la verdad es que ese número está más cerca de ser un mito que de la realidad.
Según datos del U.S. Bureau of Labor Statistics y un estudio de la Universidad de California en Berkeley, el panorama es mucho más optimista: solo el 17 % de los restaurantes cierra en su primer año. Esto significa que, contrario a lo que se cree, 8 de cada 10 restaurantes logran superar esos primeros 12 meses, que suelen ser la etapa más desafiante para cualquier negocio gastronómico.
Claro, eso no quiere decir que el camino sea fácil. Pasado el primer año, la tasa de cierre sube: entre el 50 % y 60 % de los restaurantes no alcanza los 5 años. Y ahí es donde está la verdadera prueba. ¿Por qué? Porque el sector es súper competitivo: cambian los gustos de los comensales, aparecen nuevos conceptos cada semana, los costos de operación no perdonan (renta, sueldos, insumos, servicios) y la gestión interna debe estar muy bien organizada para que todo funcione como un relojito.
El éxito de un restaurante hoy no depende únicamente de servir buena comida. Es un conjunto de factores: ubicación, experiencia, servicio, innovación y conexión con el cliente. Los negocios que se diferencian con propuestas originales, que invierten en su equipo, escuchan el feedback de sus clientes y se atreven a innovar en su menú y modelo de negocio son los que logran mantenerse a flote y, con suerte, crecer.
Así que sí: abrir un restaurante es un reto gigante y requiere mucha pasión, paciencia y estrategia. Pero lo que está claro es que no es cierto que la mayoría fracase en su primer año. La realidad es mucho más esperanzadora: con planeación, visión y creatividad, hay espacio de sobra para brillar en esta industria.
Al final, emprender en gastronomía es como correr un maratón: la clave está en la resistencia, en saber adaptarse y en nunca dejar de crear experiencias memorables.